sábado, 4 de junio de 2016

casi le escribo un mail a una profesora para decirle que al libro escaneado en pdf que mandó le faltan 25 páginas en el medio.
son las dos menos veinte de la mañana. es sábado a noche y casi le escribo un mail a una profesora pero lo interrumpí.

 estoy preocupada por cuestiones que juzgo patéticas y poco importantes y sin embargo me ocupo de eso

no puedo con mí misma y encuentro patetismo en no estar borracha y acompañada un sábado a la noche a las dos menos veinte de la mañana.

tengo un animal conservador adentro que quiere ser liberal de maneras conservadoras.

quiero escribir una novela como si fuera una autora del siglo diecinueve

a la gente que me da clases la vuelve loca la indeterminación genérica,
sienten el aluvión de la novedad posmoderna como un orgasmo con una persona por la que no querían sentirse atraídas.

voy a leer todas las cosas que me recomiendan los chicos que me gustan.

creo que voy a fumar para que me dé sueño.

hoy fui conciente de que estaba autoboicoteándome cuando decidí dormir siestas,
pero quería cerrar los ojos e imaginar una escena en la que tocan timbre, observo por la mirilla y veo a  un vecino nuevo con un pastel que él hizo y viene a presentarse.

me dormí y no soñé
me desperté y comí nueces y castañas y pasas de uvas rubias y morenas intentando que el crocante de los frutos me hiciera gustar de la gomosidad de las pasas
traté de romper mi asociación a las pasas con ser una vieja,

puse un acolchado con flores que estaba por regalar por ser de vieja,
estoy escribiendo esto con una mantita sobre mi falda,
tomo sorbitos de agua y se me congelan los dientes

cada vez que escribo la palabra tomar
pienso si es mejor escribir tomar o beber
ahora estoy pensando en eso

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